Del baúl

El cuarto de guerra de los Pinos

LILIA SAÚL
El Universal
Domingo 18 de noviembre de 2007

El sótano de la residencia ‘Miguel Alemán’ se convirtió, desde el sexenio pasado, en el lugar donde se toma buena parte de las decisiones del país, y al que sólo unos cuantos tienen acceso
lilia.saul@eluniversal.com.mx
El cuarto de guerra o war room de Los Pinos, donde se reúne el presidente Felipe Calderón con integrantes de su primer círculo de colaboradores para analizar situaciones de crisis o de seguridad nacional, está en remodelación.
Se trata de un lugar estratégico, de análisis y de trabajo, construido por órdenes del ex mandatario Vicente Fox Quesada, en el sótano de la residencia Miguel Alemán, justo debajo del actual despacho presidencial.
En este lugar se toman buena parte de las decisiones del país, y al que sólo unos cuantos tienen acceso.
Ese espacio que pocos conocen cuenta con dispositivos de comunicación de alta tecnología, pero ahí no llega la señal de la telefonía celular.
Dos contratos otorgados recientemente a Miguel Murguía Díaz dan constancia de ello. Se trata del arquitecto que se encargará de la remodelación de ese lugar, que es visitado con frecuencia por los secretarios que integran el gabinete de seguridad.
Este sótano de la residencia Miguel Alemán fue alguna vez una pequeña sala de cine, que también fue habilitado como salón de fiestas y de juegos en el sexenio del presidente Carlos Salinas.
Durante el sexenio de Fox se hizo la última remodelación en dicho sótano. Ahí se reunía con sus secretarios de Estado y asesores para tratar los temas más delicados y urgentes.
Ahora, Calderón planea realizar una remodelación en esa área de trabajo y contrató a Murguía Díaz, arquitecto polémico por sus trabajos con el anterior gobierno federal, por diversas irregularidades encontradas por la Secretaría de la Función Pública (SFP).
El mismo arquitecto cobró a la Presidencia 241 mil pesos por presentar un proyecto para remodelar el sótano.
En el contrato AD-049-07, celebrado por la Coordinadora General de Administración de la Presidencia, se constata además un pago a Murguía Díaz por 69 mil pesos por trabajos presentados del 13 al 19 de abril de 2007.
El contrato, por adjudicación directa, consistió en servicios de asesoría para elaboración del anteproyecto de remodelación de la planta-sótano de la casa Miguel Alemán de Los Pinos.
Después, se le otorgó el contrato AD-194-07, por 172 mil pesos, para servicios de asesoría para la elaboración del proyecto arquitectónico del sótano de la casa Miguel Alemán de la residencia oficial de Los Pinos, del 14 al 23 de agosto.
Contratista de Fox
La carrera de Murguía Díaz como contratista y arquitecto tiene su origen en el sexenio de Fox.
Murguía fue contratado por Fonatur, en 2003, para realizar un proyecto de Escalera Náutica en el Programa de Desarrollo Urbano-Turístico de Santa María, Baja California.
Más tarde, obtuvo contratos para remodelar el edificio del Inmujeres, institución que era dirigida por Patricia Espinosa Torres.
Meses después, Murguía junto con Espinosa fueron demandados por la empresa Taller Cinco, Diseño y Construcción, SA de CV, argumentando incumplimiento de contrato.
Además, causó controversia en dicho instituto, pues incluso la SFP inició una auditoría por remodelaciones que, según la dependencia, no se apegaron al marco legal.
En julio de 2004, legisladores del PRD presentaron un punto de acuerdo para que se investigaran las irregularidades en el Inmujeres.
“Dentro de las ilegalidades en que ha incurrido la administración del Inmujeres, destaca la celebración de diversos contratos de obra pública para la remodelación de las oficinas del instituto con un daño patrimonial estimado por la Secretaría de la Función Pública en más de un millón 515 mil pesos por concepto de subcontratación y trabajos no ejecutados y duplicados en el desarrollo de diversas obras públicas celebradas en 2001”, se lee en el punto de acuerdo presentado por perredistas como Malú Micher.
En la demanda por el presunto fraude de un millón 655 mil 386 pesos, la constructora acusó a la presidenta del Inmujeres, a la ex diputada federal del PAN, Margarita Pérez Gavilán, y al arquitecto Murguía Díaz.
El arquitecto Murguía Díaz cuenta con un libro de su autoría, Detalles de arquitectura, en coautoría con Diana Mateos.


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