viernes, octubre 17, 2008

La fuente presidencial....

Aunque no tengo mucho que decir de los colegas --por ahí dicen que perro no come perro, aunque es medio absurdo ese lema-- ahora que ya no estaré en esa fuente, me gustaría compartir con ustedes algunos comentarios, observaciones y detalles del día a día que me tocó vivir en menos de tres meses en la fuente presidencial.
De los colegas no hablaré, más bien, del trato que se les da a los reporteros así como de la forma de operar del área de comunicación social y logística.
Los coordinadores de Comunicación Social nunca informan antes de las nueve de la noche la agenda completa del presidente de México, a menos que sea fin de semana o día feriado. Pero además hacen mucho énfasis al diferenciar en "agenda privada" de "agenda personal".
La primera, por obvias razones, puede adivinarse que tratará temas con algún otro actor político o social pero sin que necesariamente se dé a conocer información.
La segunda, es, efectivamente, 100% personal, es decir, nadie mas que el presidente y su familia sabrán que hacen con sus días. Y eso me recuerda aquella bonita respuesta de Presidencia de que el cumpleaños del presidente de México era un evento"privado" a pesar de que se realizaba en la residencia oficial de Los Pinos, donde además hacen visitas guiadas para niños. En fin...
Por eso el día que apareció Calderón Hinojosa con el brazo fracturado, se tuvo que informar que cayó cuando éste realizaba una actividad en su bicicleta, la cual fue durante su agenda personal...
Pero la agenda francamente no me significó nunca un problema, excepto porque los jefes de información querían conocer mucho antes qué haría el presidente al día siguiente o por lo menos tener el conocimiento de qué pasaría en la semana con nuestro jefe del Ejecutivo.
Sucede algo muy curioso. Mientras Presidencia guarda como un secreto muy preciado la agenda del señor Calderón, otras dependencias, áreas o incluso actores involucrados con sus actividades en días posteriores --léase presidentes municipales, gobernadores o incluso legisladores-- casi presumen o gritan a los cuatro vientos que estarán en un evento en el que participará el jefe del Ejecutivo.
Así ocurrió en una ocasión en CONACULTA. Mientras muchos reporteros de la fuente cultural sabían que estaría el presidente en el evento de la "caja del tiempo", los de la fuente presidencial lo supieron por las notas periodísticas que se dieron a conocer tres días antes del evento...

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Pero para gazapos los del área de Comunicación Social no paraban.
Por ejemplo, las iniciativas de ley que envió el jefe del Ejecutivo al Congreso de la Unión, sobre todo estas últimas en materia de Seguridad, eran anunciadas con bombo y platillo por el presidente de México pero, cuando se solicitaba el texto o documento a los encargados de Comunicación Social, éstos respondían que "más tarde" lo entregarían. O que el texto en cuestión aún no lo tenían. Mientras tanto, en el Congreso de la Unión más de un legislador estaba recibiendo ya el documento legislativo con todo y argumentación....y por ende, los reporteros de las cámaras legislativas.

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El Presidente de México, por extraño que parezca, no da conferencias de prensa, excepto cuando viene algún importante personaje de la vida política internacional o cuando el mismo jefe del Ejecutivo viaja fuera del país. ¿Cuál será la explicación? Se ignora. Pero desde que Calderón está en la Presidencia, no se hacen preguntas en el salón Manuel Avila Camacho --donde son la mayoría de las conferencias-mensaje que da el presidente de México-- de la residencia Oficial de Los Pinos. Algunos compañeros comentan que hasta miedo les da preguntar. Otros, preguntan, pero sólo tienes "tres" chances, es decir, es rara la ocasión en que el presidente de México le ha respondido a los reporteros de la fuente más de cinco preguntas en un sólo evento. Pregunto. ¿Eso es libertad de expresión???? Y si no me creen, pidan versiones estenográficas de pregunta y respuesta de los medios de comunicación al jefe del Ejecutivo.

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Yo no tenía nada que perder. Pero al menos pude hacerle una pregunta y creo que si no se la hacía, me iba a quedar eternamente con la duda de ¿y qué rayos habrá pasado por su cabeza con tanto desastre? Fue el día de los bombazos en Michoacán, el 15 de septiembre. Todos los reporteros estábamos en Palacio Nacional, por la celebración de la Independencia. También todos sabíamos ya lo que había ocurrido. Y después de que hubo varias reuniones con su equipo de seguridad, bajó al patio central --Mariano-- donde ya estaban todas las mesas con los invitados. Poco a poco nos acercamos los reporteros. Me acerco. Y que le pregunto. Obvio, me presenté, por aquello de que luego no sabe ni quién es quién --y creo que no es su obligación, total, tiene mil responsabilidades en qué pensar, qué demonios importa un nombre más, un nombre menos-- y acto seguido, le pregunté qué haría después de lo sucedido en Michoacán. Esquivó la mirada --como si no existiera-- pero como no me le despegaba --contacto físico es importante en estas cosas, aunque haga ojos de zombie si alguien te toca, sabes que existe-- pero mientras yo me acercaba, el fulano del Estado Mayor Presidencial ponía sus manitas encima de mí. Pero insistí. Y sólo respondió "Vamos a sacar un comunicado". Pero bueno. No me quedé con las ganas....Total, Michoacán cayéndose en pedazos y los secretarios de este país --no todos, eso sí--, celebrando la bonita independencia en palacio nacional....Y efectivamente, Calderón creo que me odió en ese momento por acercarme y preguntarle...
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Nadie puede preguntar. Pero encima de eso, nadie puede moverse. Y tanto que se quejan los reporteros del "corral de la ignominia" en la Cámara de Diputados. Este cerco, el de Presidencia, está siempre en todas partes. Así esté el Presidente en un área abierta, el cerco existe. Y se hace con unos tubos con sus cordones, con sillas tiesas y con elementos del Estado Mayor Presidencial y de Logística observándote, para que no te muevas de ahí. Pero tal vez lo más molesto no es sólo el hecho de estar "cercado" para evitar que te acerques a Calderón. Estás cercado para no acercarte a los secretarios de Estado, a los funcionarios que llegan como invitados a los eventos, a las personas que son también invitadas y un largo etcétera que me quisiera tragar para que no existieran ese tipo de cercos. Pero saben ¿Qué es lo peor? Pienso que la falta de solidaridad ha obligado a que todos los periodistas respeten ese cerco. Si se sale uno, uno sólo...adiós fuente.
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Y por último, creo que no puedo dejar de mencionar algo que me parece entre patético y apabullante. Alguna vez se habrá imaginado Agustín Carstens estar parado frente a los medios de comunicación, fotógrafos, reporteros y junto al Presidente, sin decir absolutamente una palabra? Asi es. Por alguna cuestión que sólo Calderón y uno que otro estratega en comunicación sabrá, el jefe del Ejecutivo aparece en sus conferencias de prensa acompañado de sus secretarios de Estado, dependiendo del tema que vaya a tratar. Si es de seguridad, Eduardo Medina Mora, si es de política interna, estará Juan Camilo Mouriño, si es de la Hacienda Pública, Carstens y así. Como muñequitas en aparador. Pero resulta que ¡No hablan! Sólo aparecen parados a lado del Presidente, sin hablar y mostrando que son avales de los dichos del Presidente. Eso es francamente...verdadera política de Estado!!!!
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